Si deseas un cambio, empieza por ponerle color a tu imagen.
El color es una herramienta muy poderosa. Tener consciencia de ello te permite utilizarlo adecuadamente, a tu favor.
Hay quien dice que escoge el color con el que se viste, en función de su estado de ánimo.
Si está feliz y contento, se viste en tonos brillantes y atrevidos. Si se siente triste o un poco “depre” elige tonos más neutros y apagados. Sin duda, detrás de este criterio está la idea de sentirse bien con uno mismo, y de querer llamar más o menos la atención en nuestro entorno. De forma que la persona que por naturaleza es más extrovertida, tenderá a elegir una gama más llamativa. Por el contrario la persona más discreta, escogerá colores más apagados.
Según que tonos, embellecen más destacando los rasgos faciales, dando a la piel un aspecto más bronceado.
En muchas ocasiones, lo empleamos para destacar o disimular diferentes partes del cuerpo. Si pretendemos ocultar una zona, los tonos adecuados serán los oscuros. Si lo que deseamos es remarcar otra parte, los tonos claros y vivos, serán ideales.
A nivel de imagen, según que tonalidad te puede aportar una imagen más jovial, seria, cercana o profesional. En función de lo que desees proyectar, puedes escoger colores que se armonicen con tu tonalidad natural o que contrasten, sumando y potenciando tu presencia.
Como profesional mi consejo es que arriesgues con colores de vivos y brillantes que realzan tu personalidad, déjate de neutralidades y defínete a través del color. El color es muy poderoso y si no lo aplicas correctamente a tu imagen, estás perdiendo una oportunidad de oro.
Si sientes que es tu momento para experimentar con los colores y saber cuáles son los que te favorecen y los que debes llevar para conseguir tus objetivos de imagen, aprovecha la PROMOCIÓN MAYO TEST DEL COLOR.