LA IMAGEN DEL PRESIDENTE
Hace días que quería escribir sobre este tema:
La imagen del presidente de EUA
¿Qué decir? Donald Trump deja mucho que desear, no sólo por sus mensajes verbales también por su proyección personal.
Cuando valoramos la Imagen Personal, siempre tenemos en cuenta los elementos que la conforman:
- La imagen externa, todo aquello que influye en nuestro aspecto físico: indumentaria, peinado, accesorios y sobre todo los DETALLES, que comunican en mayúscula
- La expresión, la comunicación no verbal
- La actitud, la manera en que afrontamos una situación determinada
Los detalles, empleados de forma positiva, siempre suman. Nos dan la oportunidad de mostrar que somos personas pulcras, eficientes y meticulosas.
Muy lejos queda ese celo pegado en el revés de la corbata. ¿Puede que sea una nueva moda para mantener la tirilla interior controlada? ¿Quizás un indicador que deja al descubierto su verdadera naturaleza descuidada?
Sea como sea, es un detalle espantoso que refleja a una persona un tanto chapucera y descuidada.
Si a eso le sumamos: los hombros caídos en las americanas, el rojo estridente y largo excesivo de las corbatas. Y como no, su expresión facial y corporal, más que impetuosa. Entonces ya no hace falta comentar más, las imágenes hablan por si mismas.
Soy consciente de que era muy difícil superar o igualar la imagen pulcra, impecable y humana. El saber estar y actitud siempre perfectas de Barak Obama.
Todos los que habéis asistido alguna vez a mis conferencias sabéis que siempre lo he utilizado como referente de “buena imagen”, algo que seguiré haciendo mientras no aparezca una nueva figura que este a su altura.