El calzado es el accesorio clave para pisar fuerte por la vida, para dar saltos de alegría y patadas a las adversidades.
Era un tiempo lejano, en que el zapato servía únicamente para proteger los pies. Actualmente esa idea ha cambiado mucho, yo lo calificaría como la clave de todo estilismo: “sin un buen zapato, no hay una buena imagen”.
Los zapatos nos aportan altura, creatividad, atrevimiento, elegancia, seguridad y fuerza. Nada que esté reñido con la comodidad, además también pueden servir para equilibrar nuestra silueta:
MUJERES
No prescindas de los tacones, no es necesario que sean de aguja, hay tacones más anchos y estables que fomentarán la elegancia, sin renunciar al bienestar.
Consejos para mujeres:
No muy altas- Si no llevas medias, el color nude creará un efecto de alargar las piernas.
Si llevas medias, procura que el tono de la media y zapato sea lo más parecido.
Pies delicados- Si quieres llevar tacones, las plataformas son fantásticas para no sobre cargar los empeines y caminar, cómoda y segura.
Pies pequeños- Evita zapatos con cuñas muy aparatosas. Escoge formas alargadas para compensar la talla de tus pies.
Pies grandes- Las formas redondeadas te favorecerán más, equilibrando el tamaño.
HOMBRES
Los zapatos, serán la guinda de tu imagen. Normalmente la indumentaria masculina no nos deja mucho juego, por ese motivo el calzado te permitirá dar un toque de estilo personal a tu imagen. Apuesta por colores atrevidos, materiales diferentes, hay un sinfín de posibilidades.
Consejos para los hombres:
No muy altos- Existen en el mercado plantillas con alzas para conseguir más altura.
Pies pequeños- Escoge formas alargadas y puntiagudas para compensar la talla de tus pies.
Pies grandes- Elige formas redondeadas, para equilibrar el tamaño.